La irrigación del oído puede ayudar a mantener la salud del oído y prevenir la acumulación de cera auditiva excesiva.
Los secadores de oídos se utilizan a menudo por nadadores, buceadores y personas con una producción excesiva de cera en los oídos. También pueden usarse para secar los oídos después de una ducha o baño para evitar que el agua cause irritación o infección.
La irrigación nasal puede ayudar a aliviar la congestión, reducir la presión sinusoidal y promover la salud nasal. El proceso de irrigación generalmente implica una solución salina,